Hoy poco me importan algunas cosas, y ante la presencia de un tequila y la ausencia de un te quiero, he comprendido que es el momento necesario para dejarte ir.
Tuve la fortuna de tenerte, aunque fue sólo por un momento. La vida me dio la fortuna de ser protagonista de esta historia y aunque casi no alcanzó a comenzar ya terminó, no quiero quedarme con las ganas de decirte que te quiero. Aunque sé que no logré darte todos mis suspiros, ni mis momentos gratos, sé que me quedé con un corazón en pedazos, consecuencia de una historia incompleta.
No es reclamo, al contrario, opino y creo que no volveré a vivir una historia como esta, aunque hayan faltado momentos, aunque haya sido un principio sin desenlace que se aventuró estrepitosamente a su final. Me faltaron tantas cartas que darte, cartas que aún conservo, cartas que incluso el último día que te dije "quédate conmigo" hice para ti. Me faltaron muchos besos para darte, mismos que no le he dado a nadie, porque los conservo para ti. Me faltó gritar "TE AMO", decirte "TE EXTRAÑO"; siempre he pensado que faltó que te enamoraras de mí, y en este caso, que yo te enamorara de mí.
Quererte me hizo bien, y aunque ahora la misma acción me parte el corazón, no dudo que sabes que te vas con una parte importante de él y de mí. Fuiste capaz de hacerme sentir feliz, y aunque tu reproche siempre fue que sintiera miedo, debes saber que era algo a lo que no estaba acostumbrada.
Sabes, también, que prefiero huir antes de afrontar el problema, y en ocasiones en esas huidas te hacía parecer el culpable del dolor que sentía, pero inevitablemente fue la única reacción que me dejó amarte como lo hice. Nunca me detuviste, pero tampoco me seguiste. Me gusta pensar que me dejaste ser libre y escoger lo que quisiera... Aunque, debo decirlo, te quise de la forma en que se quiere algo incierto, esa forma en la que se desea algo casi imposible de alcanzar y en la que se persigue una meta que siempre parece estar más lejana.
Hoy sólo me quedan darte las gracias, porque a tu manera y en momentos, me amaste y permitiste que te amara, permitiste que descubriera dicho sentimiento que sólo se ve en las películas o se lee en los libros, me hiciste saber que es mejor y más divertido.
Te deseo la mejor de las suertes, y espero que vuelvas a encontrar el amor, por mi parte, seguiré guardando las cenizas de este amor para mí, porque sé que aunque esto no funcionó, fuiste justo lo que necesitaba en el momento adecuado.
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