Francamente no te olvido,
pero alguien ocupa ya tu lugar.
Alguien más besa los labios que eran sólo
para ti
y toca el cuerpo que juré sería nuestro
secreto.
No sé como describirlo,
tal vez porque nunca lo sentí,
o si lo creí quizás ya lo olvidé.
Era tan tuyo, tan mío, tan nuestro.
Tal vez esa perfección fue la que nos hizo perdernos,
Hay motivos, nostalgias, olvidos y nombres para todo eso.
Pero no vale la pena malgastar un minuto más en algo que nunca irá
adelante, porque se quedó estancado en un “Me
gustaría”
Sabes que yo prefería callar, antes de decir lo que me hubiera
gustado,
siempre esperando un “Te amo”, un “perdón” o el imposible “yo me equivoqué”
Pero siempre te sentiste con el derecho de poder hacer daño.
Todo duele, pues tuve la fortuna de conocerte y necesitarte.
Empezó todo con la ausencia, y fue desbordando en una nostalgia
cruel,
pero conozco bien el tema de las despedidas,
y la trama de un olvido,
pues sé bien que se requiere sólo un nombre,
aunque después de ti ya no exista nadie más,
ni antes ni después, nunca.
O quizás sí…
Esta vez tú ganas. Me doy por vencida.
Y no es necesario que vengas, pues de antemano ya me he ido.
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