domingo, 12 de mayo de 2013

A los 4 años y 9 meses de un hubiera



Esta noche no encuentro las palabras adecuadas para describirte, a pesar de que a mi lado está el Diccionario de la Real Academia de Lengua Española...
Tu pecho se deformó para hacerle ese espacio a mi cabeza, el que solía haber.
Las noches de sueño se hicieron más cortas, me amaste antes de conocerme y te amé a prisa... Nadie lo ha hecho tan bien como nosotros, sin condiciones. Fuiste la primer mano que tomé y la que a pesar de todo, aún no me atrevo a soltar.
Habías sido mi casa, mi hospital, mi psiquiatra, mi escuela, mi fuerza. Eras la persona más fuerte que había conocido, y sin embargo nadie teme de ti. 
Me vi siempre reflejada en tus ojos, mejor de lo que soy. Nos dejamos volar el uno al otro, temiendo caernos por voltear hacia atrás.
No tengo palabras y no intentaré tenerlas, porque describir lo que siento sería limitar tanta perfección. 
Quiero que sepas que nunca pude haberte imaginado mejor, que lamento las veces que te hice sentir mal, que no importa que tome mi propio camino, tú siempre vas a ser mi guía. Y que el pasado a veces me recuerda a los momentos que estoy contigo, aunque sea fumando un cigarro.
He pensado tanto en ti. Y ya no tengo más palabras.


1 comentario: