sábado, 7 de mayo de 2011

Hace ya dos semanas...

Tanto tiempo hablando de cosas triviales
Cosas como el compás en una melodía,
el ruido del transito, el sonido de las interferencias, incluso el silencio a las 2:54 a.m.
Fueron incontables las llamadas a través del teléfono.
Con una voz muy baja, para no incomodar a los que duermen.
Haciendo un eco infinito en cada anécdota.
Como dos ciegos bailando y sonriendo, 
un día así me sentí, al verte esperando en el andén.
Café, cigarros y tú... Sábado, el día perfecto.
Tú dijiste "El amor se va a estrellar, vamos a volar".
Y te dí 120 mililitros de amor, suficiente como para no quererte.
Todo lo que buscaba estaba en tu mirada.
Y de repente se perdió entre la multitud.
Nunca supiste de mis manos frías;
nunca escuchaste cuando dije sí.
Me atormenta el beso que nunca debiste darme.

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