Tanto tiempo hablando de cosas triviales
Cosas como el compás en una melodía,
el ruido del transito, el sonido de las interferencias, incluso el silencio a las 2:54 a.m.
Fueron incontables las llamadas a través del teléfono.
Con una voz muy baja, para no incomodar a los que duermen.
Haciendo un eco infinito en cada anécdota.
Como dos ciegos bailando y sonriendo,
un día así me sentí, al verte esperando en el andén.
Café, cigarros y tú... Sábado, el día perfecto.
Tú dijiste "El amor se va a estrellar, vamos a volar".
Y te dí 120 mililitros de amor, suficiente como para no quererte.
Todo lo que buscaba estaba en tu mirada.
Y de repente se perdió entre la multitud.
Nunca supiste de mis manos frías;
nunca escuchaste cuando dije sí.
Me atormenta el beso que nunca debiste darme.
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