Creo que mereces una carta simbólica, aunque no seas del tipo que lee, aunque no seas del tipo que escribe.
Aunque no hayas sido- o quizás lo eres- el amor de mi vida y el espacio nos separe por horas, días o años, con un título que no sé si veremos, quizás todo se solucione, espero haber dejado huella en tu vida.
Sólo tú lograste verme desnuda, y no me refiero sólo a verme sin ropa, hago mención también a mis miedos, a mis angustias, a mis tristezas y mis monstruos melancólicos que me quité frente a ti y con todo el pudor que pude tener.

Aquél espectro guardado a través de mi corazón, aquel órgano vital del que te adueñaste hasta llegar a ser parte mis latidos y esperanzas.
Y ese momento fueron las más hermosas horas, todas las horas que te quise, todo el tiempo que te quiero.
Se dice que más allá de nosotros el tiempo es la derrota, esperemos nosotros seamos la excepción de la regla general.

Quiero decirte que tu nombre será por siempre significativo, y cada una de las letras de él me harán perder en un por siempre y en tu imagen.
Ojalá pueda amarte sin tenerte y odiarte sin que me duelas, sentirte sin tocarnos y estar juntos sin estarlo.
Me sentaré frente al recuerdo que invadirá mi tranquilidad, y sin tratar siquiera de comprender los sentimientos y dudas que traigan las decisiones.
De verdad tengo fe, y es normal, yo creo. Que el descubrirte una vez más será posible con todo y tus ángeles y demonios y amarlos a ellos también. Despertar contigo como hace tiempo, y que rescates mi corazón de la soledad.
Que con la lluvia, si es posible, recordemos sincronizadamente como caían nuestras manos sobre nuestros cuerpos, nuestros besos y el amor, porque fuimos la misma tormenta.
Recuérdame por favor, sin temor a enamorarte en cada pedazo de memoria, no toques el olvido porque te podrías alejar de mí.
Tengo presente que hay tantas dudas en mi vida, y tanto de todo...
Pero la respuesta a todo ello, es y serás tú por siempre.
Y por último, debes saber que significas tanto para mí como para decir que te amé, y que lo haré por un tiempo, por siempre, a su manera de ser o definir esa palabra.
Que en el lugar, como sea que se llame en el que los sueños pueden recordarse con gran facilidad ahí te amaré sin preámbulos y ahí te estaré esperando.
Recuérdame como la persona que siempre necesitó tu mano para caminar.
No me olvides aunque sea la despedida más humana que hayas presenciado, llévame en algún lugar por siempre, mis recuerdos siempre hablarán de ti.